Como Sobrellevar Mejor el Impacto de la Contingencia Nacional en nuestra Calidad de Vida

Renca, noviembre 2019. Conoce algunos simples consejos que te ayudarán a enfrentar de mejor forma los efectos de los acontecimientos que se están vivido en el país

Es indudable que los acontecimientos vividos las últimas semanas en nuestro país han provocado un impacto en la calidad de vida de los chilenos, el que varía -tanto en su forma como intensidad- según la realidad de cada persona.

Ante la magnitud de los eventos recientes, el organismo se puede manifestar con cansancio, cambios de humor, ansiedad, miedo, problemas para dormir, cefaleas y un menor rendimiento.

Según la Médico Psiquiatra de la Clínica Universidad de los Andes, María Inés Arriagada “En situaciones que son de estrés sistemático, como la que hemos vivido, lo normal y esperable es sentir miedo, sobre todo, porque se trata de situaciones que escapan de nuestro control. Esto se traduce en ansiedad y una labilidad mayor”.

A partir de ese sentimiento, se desencadenan otra serie de síntomas que han sido tema de conversación recurrente en estos días, como cefaleas y una mayor contracción muscular, que genera una sensación de agotamiento o cansancio mayor al habitual. Y que también afecte el buen dormir, por lo que el descanso en las noches no es reparador.

Independiente de lo que uno puede pensar sobre lo que ocurre, cuando uno escucha y ve todas las imágenes de que está pasando, el cuerpo interpreta que estamos en una situación de amenaza o peligro y reacciona con mucha tensión.

A diferencia de situaciones de estrés habitual, en esta ocasión los factores estresores han sido constantes e intensos y el cuerpo no alcanza a recuperarse. Eso explica la sensación de cansancio, agobio y congoja.

Además, hemos estado hiperconectados por diferentes medios a lo que está ocurriendo, entonces las imágenes de lo que pasa se repiten y la intranquilidad crece. La mayor parte de estos hechos han ocurrido en la noche, entonces la gente se ha mantenido alerta, lo que afecta el buen dormir.

Los cambios en la locomoción colectiva – como cierre de algunas estaciones de Metro, por ejemplo-han sumado una preocupación adicional que también impacta el sueño. Todo eso redunda al día siguiente en cambios anímicos, como mayor irritabilidad, somnolencia, fallas de memoria, una menor concentración y un rendimiento más bajo.

Si bien, situaciones de estrés agudo causan pérdida de apetito, la ansiedad constante de las últimas jornadas ha hecho que algunas personas coman más. “La ansiedad por carbohidratos aumenta cuando hay situaciones de estrés. La gente recurre a galletas, pan o cosas dulces para calmar un poco esa ansiedad” dice la Médico Nutrióloga de la Asociación Chilena de Nutrición Clínica, la doctora Eliana Reyes.

“Se produce una liberación de ciertos neurotransmisores cerebrales, como la serotonina, que produce una sensación de bienestar. Desgraciadamente, dura poco rato y la gente sigue comiendo”.

Algunas recomendaciones

  • Tratar de relajarse, en lo posible, es la principal recomendación para los días que vienen, dicen las especialistas. Por ejemplo, generar ambientes de tranquilidad al interior de la casa y hacer actividades que ayuden a distraerse. “Recurrir a técnicas de relajación y mantener una rutina (en los horarios de comida, por ejemplo) es importante porque da una cierta sensación de estabilidad”. Aunque la sensación de incertidumbre sobre qué pasará en los próximos días continuará, es posible tomar algunas medidas para minimizar su impacto. 
  • Otra recomendación es no sobreexponerse. Es importante informarse, pero es bueno limitar el acceso a los medios y las redes sociales. Cuando una persona está asustada o estresada, no razona bien y no filtra todo lo que recibe.
  • Buscar instancias que den calma es importante: escuchar música, ver otros programas o buscar compañía. “La conexión con otras personas significativas calma mucho; reunirse en lo posible y conversar ayuda a distenderse”. Compartir con otros y verbalizar los sentimientos ayuda a bajar la presión, sobre todo con los más pequeños. 
  • Para la doctora Julia Santin, Neuróloga del Centro Médico del Sueño UC Christus, ahora más que nunca hay que poner en práctica la higiene del sueño. “Cortar la TV y cualquier aparato electrónico a una hora prudente, no solo por la luz que altera el ciclo sueño-vigilia, sino también para no seguir sumando preocupaciones con las noticias”. 
  • En ningún caso se debe recurrir a pastillas o sedantes sin control médico, ni a mecanismos de evasión, como el alcohol u otras drogas, que pueden alterar aún más inestabilidad emocional de estos días. 
  • Y si la ansiedad trae hambre, preferir frutas o verduras, o aguas de hierbas o tranquilizantes naturales como melisa, sugiere la doctora Reyes.

 

Fuente: El Mercurio