La agroindustria en Chile requiere de la innovación permanente para lograr mayores niveles de eficiencia y sostenibilidad en un contexto altamente competitivo a nivel global. Este desafío se ve incrementado por el desarrollo tecnológico y el cambio climático, lo cual exige inversiones y un capital humano a la altura de los nuevos tiempos. La complejidad de este escenario nos impulsa al despliegue de una formación integral que sea vanguardista e incorpore a la excelencia técnica un sello innovador; solo con personas altamente calificadas podremos hacer frente a los objetivos específicos que requiere este sector económico y social.

Las empresas y gremios de la agroindustria tienen la oportunidad de apoyar el camino educativo para poner en práctica las enseñanzas que hoy se imparten, en aspectos recomo la agricultura de precisión, el análisis de datos y el machine learning, la automatización y la robótica, los que se usan en las diversas etapas del proceso productivo, pensando siempre en el mayor uso posible de energías renovables, con una mirada sostenible en todos los ámbitos, incluyendo el humano, productivo y medioambiental. El cómo producir es cada vez más importante, pudiendo transformarse en un factor diferenciador. Las nuevas tecnologías y, por ende, la modernización de la agroindustria, abren oportunidades de negocio para un sector esencialmente dinámico, sujeto a constantes cambios y nuevas exigencias. Las alianzas entre la academia y la industria para que los estudiantes accedan a experiencias prácticas tempranas y apliquen en entornos reales lo aprendido en las aulas son irreemplazables.

Este es uno de los objetivos de nuestro Consejo Empresarial Sectorial Agroindustrial, en donde empresarios y ejecutivos de todo el país aportan con su experiencia y conocimientos para que los programas sean pertinentes a los retos cada vez más exigentes de la industria, y así generar oportunidades para que las personas puedan insertarse rápida y exitosamente en el mundo laboral.

El agro, un pilar fundamental de desarrollo, requiere más competencias, más tecnologías y más diálogo entre los actores involucrados.

Lucas Palacios
Rector de INACAP

Fuente: El Mercurio.