Alrededor de diez millones de personas se encuentran expuestas a niveles dañinos de contaminación atmosférica en Chile , lo que genera más de 4.000 muertes prematuras al año, según datos del Ministerio del Medio Ambiente. No obstante, los niveles más altos no se encuentran en Santiago sino que en las grandes ciudades del sur de Chile, siendo la fuente más relevante de contaminación atmosférica el uso de leña para calefacción domiciliaria.
Desde 2014 que se han implementado catorce Planes de Descontaminación Atmosférica en ciudades de la zona sur del país, como parte de la agenda de trabajo del Ministerio del Medio Ambiente 2014-2018. Las medidas contemplan el uso restringido de artefactos de calefacción a leña, un mayor control de emisiones de calderas, reducción de las quemas agrícolas y forestales, y la promoción de programas educativos para la comunidad.
Debido a que la leña es la principal fuente de contaminación de esta zona del país –responsable de más del 77% de emisiones de material particulado, y del 95% en el caso de Osorno–, los planes del Gobierno enfocan sus líneas de trabajo en el reacondicionamiento térmico de viviendas, el recambio de calefactores a leña por equipos eficientes, el aumento de la oferta de leña seca y restricciones de comercialización y uso de leña húmeda.
Según el Ministerio, con estos planes en acción, de aquí a diez años se evitarán más de 2.800 muertes, más de 1.800 admisiones hospitalarias, y se ahorrarán diez millones de días laborales que hoy se pierden.
¿Qué causa la contaminación y cómo mitigar sus efectos?
Si bien es sabido que la contaminación del aire se da principalmente por la quema de leña húmeda y el uso de calefacción como parafina, también se pueden alcanzar niveles dañinos de material particulado dentro del hogar, lo que se conoce como “contaminación intradomiciliaria”. Según datos de la Organización Mundial para la Salud (OMS), más del 50% de las muertes por neumonía en menores de cinco años son causadas por partículas inhaladas en interiores con aire contaminado.
“También hay daño por reducción del oxígeno disponible en el interior de las viviendas, fuga de componentes de los humos, el nivel de humedad, y los siempre presentes riesgos de accidentes e incendios. El espectro de los riesgos dentro del hogar es muy amplio, y va desde la simple inhalación sostenida de sustancias nocivas, con el consiguiente daño acumulativo en el organismo, pasando por las molestias continuas como las cefaleas, hasta la intoxicación aguda mortal por gases”, sostiene el docente del Área Procesos Industriales de INACAP Valdivia, Guillermo Ramírez.
En este sentido, también “hay estudios que señalan que este tipo de contaminación podría llegar a ser hasta diez veces más nociva que la contaminación exterior, y es la responsable del alto porcentaje de infantes y adultos mayores que concurren a las unidades de urgencia por problemas de obstrucción respiratoria”, agrega el docente del Área Construcción de INACAP Coyhaique, Daniel Sanjuan.
Para mitigar sus efectos, algunas recomendaciones de la OMS abordan los tipos de combustibles y tecnologías para proteger la salud, así como estrategias para la difusión eficaz de esas tecnologías energéticas domésticas. Para la Coordinadora de Especialidad del Área Construcción de INACAP Temuco, Helibeth Duguet, también es necesario considerar “la mantención y limpieza de las estufas, sea cual sea su tipo, y en la medida de lo posible preferir aquella calefacción que no produce emisiones, como la eléctrica. Tampoco exagerar en la temperatura interior; la OMS establece que la temperatura confort se encuentra alrededor de los 20°, por lo tanto, mantener un ambiente equilibrado entre los 19° y 21° de manera uniforme en todo el hogar, es lo ideal”.
También se pueden realizar pequeñas acciones para la aislación eficiente de las viviendas, como recomienda Daniel Sanjuan: “es necesario minimizar las infiltraciones de aire indirectas, vale decir, las infiltraciones producidas en rendijas de bordes de puertas y ventanas mediante sellos o burletes elastoméricos que se comercializan como cintas en supermercados y ferreterías. Por otra parte, la colocación de una almohadilla en la parte inferior de las puertas que dan al exterior, ayuda a cortar el flujo de aire indirecto a través de ese lugar”.
Constructores del Nuevo Aire
A pesar de los esfuerzos, los indicadores de calidad del aire superan los niveles establecidos en las normas de calidad, especialmente en lo que respecta a material particulado (MP 2.5). Para mitigar sus efectos, diversas instituciones y empresas privadas se han congregado para “darle un respiro” a las ciudades del sur que se ven aquejadas por este problema.
Una de estas iniciativas es “Nuevo Aire”, una campaña impulsada desde 2010 por la Sociedad Periodística Araucanía (diarios El Sur), que tiene por misión aportar al mayor conocimiento sobre el problema de la contaminación atmosférica en las ciudades más afectadas de esta zona del país, y ayudar a generar un cambio por medio del uso adecuado de artefactos y sistemas de combustión, la aplicación de aislación térmica y la migración hacia energías limpias.
Para cumplir con su objetivo, se han asociado empresas de alimentos, de salud, termoeléctricas, municipalidades, instituciones de Educación Superior –entre ellas INACAP, a través de sus Sedes Chillán, Concepción-Talcahuano, Temuco, Osorno, Valdivia y Coyhaique– y otras organizaciones.
En este contexto, INACAP ha desarrollado iniciativas con estudiantes de las Áreas Construcción y Procesos Industriales principalmente, que se basan en transferencia tecnológica con enfoques de eficiencia energética, donde por medio del manejo de conceptos de eficiencia en el uso y construcción de los hogares, se busca reducir la generación de residuos tóxicos (humo) y aumentar el confort térmico de las viviendas. Es así que los inacapinos, mediante intervenciones en algunos hogares de las zonas más afectadas, proponen soluciones prácticas para reducir y mitigar el impacto de la contaminación dentro y fuera del hogar.
“Desde el 2014 que en INACAP Temuco hemos trabajado constantemente con los estudiantes del Área Construcción de todos los semestres, realizando estas campañas que han consistido en la evaluación de viviendas, análisis termográfico, charlas demostrativas por medio de maquetas, entre otras. También hemos trabajado con los sectores más contaminados de la región, con sedes vecinales y en la evaluación de viviendas de distintos estratos socioeconómicos”, declara Helibeth Duguet.
Otro ejemplo del trabajo que se ha realizado desde las Sedes, es la intervención realizada por estudiantes de INACAP Chillán durante el año pasado, quienes realizaron encuestas a la comunidad, las que arrojaron que 70% de la población desconoce en gran medida la problemática asociada a la contaminación ambiental, en particular los daños en la salud y los riesgos que implica practicar actividad física en días críticos. Para contrarrestar este indicador, los alumnos realizaron cerca de 20 charlas informativas en diversos puntos de la ciudad, con el fin de transmitir el peligro que representa el material particulado fino para el cuerpo humano.
Con todas estas actividades, la contribución de INACAP se refleja en que “nosotros como Institución de Educación Superior y referente tecnológico regional, tenemos la idoneidad y categoría para liderar la formación de profesionales que propongan y desarrollen soluciones a este grave problema que enfrentamos como sociedad local. Esto establece el vínculo con el medio. El desafío es que nuestros profesionales se incorporen al mundo productivo con una conciencia clara de que estamos frente a un problema relevante de pérdida de calidad de vida por deterioro del aire que respiramos, y al mismo tiempo estén en condiciones de señalar, orientar y proponer soluciones prácticas y tangibles al problema”, agrega Guillermo Ramírez.