La vida y la obra de Pollock fueron vertiginosas. En apenas seis años pasó de ser un artista casi desconocido a la gran estrella del arte mundial. Su trágica muerte, con apenas cuarenta y cuatro años, lo acabaría convirtiendo en un mito de la pintura del siglo XX.
El origen de su arte es múltiple: la pintura con arena de los indios americanos, el Surrealismo, Picasso y, por supuesto, el Expresionismo del alemán Hans Hofmann, verdadero maestro de la Escuela de Nueva York.
Con tan variados referentes, Pollock ejecuta, a partir de 1943, una pintura dura, espesa, de colores violentos conocida como fase totémica. Poco después inicia la que habrá de ser una de las experiencias pictóricas más apasionantes del siglo: el dripping. Esta técnica, ya usada por Max Ernst, consiste en dejar caer la pintura sobre el cuadro mediante un goteo más o menos intenso ya sea con un pincel o, en otros casos, con un bote agujereado que lleve pintura en su interior.
En el período comprendido entre 1947 y 1953, Pollock resuelve completamente sus cuadros mediante esta técnica. En Eco se aprecia como todo el lienzo está recorrido por una inextricable maraña de líneas que no son más que la huella dejada por el brazo ágil del pintor. Para lograrlo Pollock debe recurrir a colocar el lienzo en el suelo e introducirse físicamente en él o inclinarse hacia su interior desde los lados. Esto supone una nueva relación entre pintor y cuadro. Ahora no se trata de situarse ante el cuadro sino de meterse dentro de él.
Este cambio de planteamiento pictórico se une a la voluntad de potenciar la fuerza expresiva de la obra. En consecuencia, se buscan formatos muy amplios (más de cinco metros de anchura en Eco) a fin de que el espectador no contemple la obra sino que se sienta parte de ella. Quedará preso, de esta forma, en la jungla negra y blanca creada por Pollock, de la que resultará muy difícil salir porque, a diferencia de la pintura tradicional, el cuadro no tiene centro ni recorridos sino un espacio continuo, all over, similar al que sentimos en las grandes, dinámicas y caóticas ciudades modernas de Nueva York.
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